FAMILIA NUMEROSA

En esta entrada voy hablar un poco de las ventajas y desventajas de ser familia numerosa, y no me refiero a la familia numerosa de esta época (con tres hijos), si no a la de mi época (catorce) .Sí, habéis leido bien: Somos catorce hermanos (bueno por desgracia, ahora trece).
En el colegio, se diferenciaba sobre todo porque el hijo único solía llevar la ropa de su talla y nueva. Los de familia numerosa como heredábamos había que aprovecharla independientemente de si te coincidía o no con la estación en la que vivías en ese momento.

!Vamos, que sabías de cuantos habías heredado por el número de rayas del dobladillo del pantalón!.
Las habitaciones, eran como un barracón militar pero con camas en vez de literas.
Estaba también la parte del baño, uno para todos.¡Y menos mal que no nos mandaban a todos juntos a la bañera que si no, parecería una piscifactoría!.
Luego está la parte del colegio; si a uno de tus hermanos le cuelgan un mote, a tí también te corresponde. También heredas los libros y ¡SUBRAYADOS!, ¡Y NO SIEMPRE SUBRAYABAN LO IMPORTANTE!. Vamos, y mentir ¡ya ni de broma!. Eramos muchos a llevar la información para casa y si cada uno la llevaba a su manera ¡Imaginaros el caos!.
Pero bueno, no todo son desventajas. A la hora de salir, podías salir a una edad mas temprana. ¡Como ibas con los mayores!. Lo que no sé es si te dejaban ir porque ibas con los mayores, o porque así te chivavas de las cosas que hacían los mayores. Yo me acuerdo que solía salir con uno de mis hermanos y cada vez que le decía "yo voy contigo" me decía "siempre de escopeta".
Otra ventaja era a la hora de jugar. Nunca te aburrías. Además en verano, también venían los hijos de los vecinos y los niños que venían a pasar las vacaciones (que nos molaban mogollón, como venían de la city...los veíamos como más importantes).
Otro dato curioso es a la hora de sacar la foto para el libro de familia. Venía el fotógrafo a mi casa pero no siempre estábamos todos ya que alguno estaba en un colegio interno estudiando. En ese caso, venía un vecino que era de su edad y se colocaba en el sitio. Increible pero cierto.
A fecha de hoy si pongo en una balanza las ventajas y las desventajas pesan mas "LAS VENTAJAS".
Bueno esto es una pequeña dosis de como viví mi experiencia de familia numerosa, porque os aseguro que hay mucho más...Continuará.


Nos montamos "UNOS FESTORROS" increibles



9 comentarios:

jorosaredondo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con los comentarios, en mi caso (7 hermanos)ocurria lo mismo, salvo en lo de los vecinos.
Nuestras fiestas eran al reves, valorabamos mucho mas a los que venian de la aldea, tenian más sitio para jugar (el balón nunca encontraba un cristal, las famosas carreras para ver quien se salvaba de la riña eran muy populares),no habia coches, ¡¡¡habia animales¡¡¡,arboles para subirse...esos niños si que se lo pasaban muy bien.En cuanto a las herencias siempre fue el mismo papel, se heredaba todo, no solo lo de tus hermanos sino que si se podia, lo de los vecinos,primos..el caso era ahorrar. Las comidas, ahi no habia privilegios, se preparaba el rancho y todos a comer de los mismo, si no gustaba quedaba para la cena o comida del dia siguiente.
¡¡¡Ojala se pudiera, hoy por hoy, vivir aquellos momentos otra vez¡¡¡

Moni dijo...

Nosotros somos sólo 3, y ya me parecen bastantes...pero en lo que si estoy de acuerdo, es que fueras los que fueras se disfrutaba muchísimo más y de otra manera!!!! Un beso

Lucía dijo...

Conchiiiiii míaaa, me encanta tu entrada. Ya te lo dije el otro día, que esto se merecía una pedazo entrada.
Me alegro que nos cuentes tus anécdotas y tu experiencia, porque hoy no quedan familys así. Te quiero mucho mi niña
Muackssssssssss

PMM dijo...

Conchi, y yo por qué no sabía que tú tenías un blog?
Bueno, la verdad es que últimamente estoy más OUT que In, pero ahora ya te tengo fichada. Biquiños

Ramón dijo...

DIOS!!! q pedazo verdad, haber si en el próximo episodio incluyes una mencion especial al menor de todos q siempre se ha creido q era el favorito de todos y el más mimado de todos y no es cierto(otra leyenda urbana). La verdad q el tener hermanos(pocos,muchos o más q muchos)si se pone la balanza siempre sale q es muy bueno.
P.D.: ESTOY DESEANDO VER LOS COMENTARIOS DE "PILI" JEJEJE

Vane dijo...

Pues aunque nosotros somos 4, bueno eramos 5.....yo mi infancia la recuerdo de hija única, porque mis hermanos ya estaban casados y en sus casas.....y si, yo llevaba ropa de mi talla, pero nunca pude jugar con mis hermanos, ni contarles mis cosas...creo que ganas tú por goleada. un bikiño

conchi dijo...

Ana,supongo que también tendría su mérito que el balón encontrara cristal (así por lo menos había motivo para que te riñeran, y no reñir por reñir)Aunque en mi casa nos echábamos las culpas unos a otros, lo cual, imagínate el caos. Al final "todos castigados". Un besito
Moni, si tres te parecen bastantes, mejor no vengas un día de fiesta a mi casa "saldrías extresada". Bikiños
Luci, es verdad, tú me diste la idea de la entrada. Cuando la escribí, me acordé de la cara que pusiste cuando te dije los hermanos que tenía. jejejeje.
PMM,bienvenida a mi blog, y me alegro de que me hayas fichado. Espero que disfrutes leyendo mis historias. Bicossss.
Ramón, te quejarás!!!!. Si tú siempre fuiste el mimadito en todos los lados!!!. En casa, en el chollo, bueno y a saber donde más. jijiji. Vaaaale, también te mando un muack (para que luego digan que no te mimamos).
Vane, tú si que tenías que ser el chichi de la casa y por doble partida (tus padres y tus hermanos). Un besito MUACK

Virtu dijo...

Pues a mi me encantaría tener catorce hermanos pero no, fui hija única, un auténtico coñazo...lo que pasa es que siempre mentía...en el colegio sobre todo....luego siempre iba mi madre ha desmentirlo.. "es que su hija nos ha dicho que tiene doce hermanos y en la ficha pone 0" y mi madre bla bla.... jo es que era un coñazo!!

pili dijo...

Pues SI MONCHITO (JEJEJE), AQUÍ ESTOY YO. Cuando nos juntamos en casa y nos ponemos a hablar de nuestras anécdotas, lo pasamos PIPA.
Conchi, ¡recuerdas que solemos hablar del día que a papá, cuando trabajaba de albañil, el marmolista le regaló el marmol para la mesa de la cocina de leña y justo el día que lo puso, al meter una mesa detrás de la cocina, se rompió una esquina!!!. Tú y una de tus otras hermanas os turnábais para sentaros en esa esquina y que los papás no vieran la esquina rota. Cuanto nos reimos. Y no hablemos de cuando ese hermano con el que salías se pisaba la finca de patatas con el coche, a las tantas de la maña, para ir detrás de los conejos (eso solía ser sobre las 6 de la madrugada). Y que a mediodía, había que dormir la siesta, y para no ir nos íbamos yo y otro de los hermanos a comer manzanas del vecino. Esa fué buena porque un año pasó que las manzanas tenían sulfato y a nuestro hermano se le hincharon los morros. ¡QUE RISA, AHORA CLARO!. Y no hablemos de la botella de anís, que para jugar a las tiendas, nos tomábamos el anís y luego la rellenábamos con agua. Total como seguía oliendo a anís.
En fin si que me gusta la entrada porque me hace recordar muy buenos momentos. Gracias por pensar en ella. Besos. El resto te lo sigo dejando a tí, que yo me emociono y ya me paso de contar de mas. Pero es que es algo que no lo puedo evitar, de lo bonito que es todo.

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